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LMS vs LXP ¿Por qué las empresas necesitan un LXP?

LMS vs LXP ¿Por qué las empresas necesitan un LXP?

El mundo del aprendizaje corporativo está en constante evolución. Durante años, los Learning Management Systems (LMS) han sido la opción estándar para la formación en las empresas. Sin embargo, cada vez más organizaciones están migrando a LXP (Learning Experience Platforms). ¿Por qué?

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De la gestión a la experiencia del aprendizaje

Los LMS surgieron como una herramienta para gestionar y administrar la capacitación formal. Su propósito es estructurar cursos, asegurar el cumplimiento normativo y medir el progreso de los colaboradores a través de métricas estándar. En su esencia, los LMS siguen un modelo de “push learning”: los administradores asignan cursos y los trabajadores deben completarlos.

Pero la forma en que aprendemos ha cambiado. Los colaboradores ya no quieren solo consumir el contenido que se les asigna, también buscan experiencias de aprendizaje personalizadas, interactivas y relevantes para sus intereses y necesidades específicas. Aquí es donde entran los LXP.

Los LXP transforman la capacitación corporativa en un entorno digital dinámico, donde las personas son las protagonistas de su propio desarrollo. Con un enfoque en la personalización y la accesibilidad, estas plataformas permiten el acceso a contenido de múltiples fuentes, promoviendo el aprendizaje autónomo y colaborativo.

Las razones del cambio

Mayor personalización y aprendizaje basado en IA

Los LMS tradicionales ofrecen rutas de aprendizaje estandarizadas, mientras que los LXP utilizan inteligencia artificial para recomendar contenido relevante basado en el comportamiento, intereses y objetivos de cada usuario. Esto permite que el aprendizaje sea más atractivo y eficiente, potenciando el desarrollo de habilidades individuales.

Aprendizaje social y colaborativo

Muchas empresas ya entendieron que el conocimiento no solo se adquiere en cursos estructurados, sino también a través de la interacción con colegas y expertos. Los LXP fomentan el aprendizaje social a través de foros, comentarios y la posibilidad de compartir contenido generado internamente. Esto fortalece la cultura organizacional y mejora el engagement con la formación.

Integración con ecosistemas digitales

Las empresas necesitan plataformas que se integren con otras herramientas digitales como CRMs, intranets y redes sociales corporativas. Los LXP facilitan estas integraciones, permitiendo que el aprendizaje fluya de manera natural dentro del ecosistema digital de la organización.

Interfaz intuitiva y experiencia de usuario moderna

Los LXP han sido diseñados con interfaces similares a plataformas de alto consumo como Netflix o Spotify, lo que facilita la navegación y el descubrimiento de contenido. En cambio, los LMS suelen tener una interfaz más rígida, centrada en la administración de cursos en lugar de la experiencia del usuario.

Acceso a múltiples formatos de contenido

Mientras que los LMS tradicionalmente ofrecen cursos en formatos cerrados, los LXP integran una amplia variedad de formatos: microlearning, podcasts, videos cortos, artículos, cursos en línea de terceros y más. Esto diversifica las opciones de aprendizaje y permite que cada persona elija el contenido que mejor se adapte a su estilo de aprendizaje.

Mayor autonomía y autoaprendizaje

A diferencia de los LMS, donde las personas siguen una ruta de aprendizaje impuesta por la organización, los LXP permiten que cada usuario explore temas de interés y cree su propio camino de aprendizaje. Esto fomenta la autonomía y la motivación intrínseca, generando una cultura de aprendizaje continuo.

Mejor capacidad de análisis y medición del aprendizaje

Aunque los LMS ofrecen informes sobre tasas de finalización de cursos y calificaciones, los LXP van más allá al analizar datos de interacción, preferencias de contenido y engagement. Esto permite a las empresas entender mejor las necesidades de sus equipos y optimizar sus estrategias de formación.

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El futuro es complementario

Para muchas organizaciones la solución no está en reemplazar completamente el LMS, sino en combinar sus capacidades con las de un LXP. Mientras que un LMS sigue siendo útil para gestionar el cumplimiento normativo e incluso la certificación de competencias, un LXP impulsa el aprendizaje experiencial, social y personalizado.

En DL entendemos que el aprendizaje corporativo no puede quedarse estancado en modelos tradicionales. Por eso, diseñamos soluciones adaptadas a las necesidades de los clientes, que combinan lo mejor de ambas plataformas, asegurando que las empresas no solo capaciten a sus equipos, sino que también los inspiren a seguir aprendiendo y creciendo.