Hace unos meses, en una de nuestras consultorías, conocimos a una profesional con gran potencial a quien habían ascendido recientemente a jefa de equipo.
Su ascenso fue un reconocimiento a su impecable carrera profesional desde un rol técnico. Con el paso de los días no tardó en descubrir que el liderazgo exigía un conjunto de habilidades completamente distinto.
Nos contó que las primeras semanas fueron una tormenta: reuniones tensas, decisiones difíciles y un equipo que la miraba con dudas. Por supuesto, su historia es la de miles de profesionales que pasan de roles operativos a roles de liderazgo, la mayoría con gran potencial, pero sin la preparación necesaria para gestionar personas, emociones y alinear equipos con la estrategia del negocio.
¿Qué debe aprender un mando medio para cumplir su rol?
El liderazgo de los mandos medios es uno de los pilares invisibles de cualquier organización, ya que son quienes traducen la visión directiva en acciones concretas y transforman los desafíos del equipo en soluciones reales.
5 competencias claves de un mando medio
1. El poder del feedback
Lo primero que debe entender este líder es que dar feedback es acompañar. El feedback efectivo parte de los hechos y se enfoca en la acción, no en la persona.
Existe una estructura simple pero muy efectiva: comienza por lo positivo, identificar una oportunidad de mejora y cerrar reforzando lo que la persona hace bien.
2. Separar lo personal de lo profesional
Muchos líderes nuevos antes fueron colegas de sus equipos y caen en el error de mezclar amistad con gestión.
Por eso, es fundamental entender que la empatía no significa evitar conversaciones difíciles, sino sostenerlas con respeto.
3. Gestionar emociones y resolver conflictos
En toda organización habrá desacuerdos y la diferencia siempre está en cómo se abordan.
Un Líder que reacciona desde la emoción amplifica el conflicto, mientras el que escucha y regula su propio estado emocional lo transforma en aprendizaje.
4. Ser puente entre la estrategia y las personas
El mando medio debe balancear el cumplir con la gerencia que exige resultados y el equipo que necesita apoyo.
Por eso su rol es traducir los objetivos corporativos en acciones significativas para los esquipos.
5. Promover el desarrollo y la adaptabilidad del equipo
Un mando medio impulsa el crecimiento y la capacidad de adaptarse al cambio del equipo.
El líder intermedio es quien está más cerca de los equipos y quien tiene la capacidad para desarrollar talentos, fomentar la autonomía y preparar a las personas para escenarios más desafiantes. Convirtiéndose en un mentor que no se queda en la microgestión.
En DL, a través de nuestro Programa de Liderazgo 4.0, acompañamos a líderes y mandos medios en el desarrollo de estas competencias clave integrando metodologías de aprendizaje activo y herramientas tecnológicas que conectan con los desafíos reales de cada organización.
Estamos formando líderes que inspiran, guían y cumplen objetivos con propósito.