Escrito por Autor genérico de DL
7 Julio, 2022
Como sabemos, el Desarrollo Organizacional es la herramienta mediante la cual las empresas pueden convertirse en entidades funcionales y eficaces. Existen diferentes formas de lograr estos resultados. Hoy nos centraremos en uno de ellos: la diversidad y la inclusión en el Desarrollo Organizacional.
Actualmente, estamos atravesando una etapa de grandes cambios y avances a nivel global. La lucha por los derechos del movimiento LGTB, la igualdad de género, el movimiento black-lives-matter, así como la inclusión de personas con capacidades diferentes, son circunstancias que colaboran con un cambio en el horizonte.
Evidentemente, estos cambios se ven reflejados en toda la sociedad y es importante no solo contemplarlos sino integrarlos a nuestras organizaciones. El respeto no es la mayor acción que debemos tomar en cuanto a la diversidad, sino la valoración de esta como potencial para generar un mejor ambiente de trabajo y, en consecuencia, una mayor eficacia en nuestro negocio. Por supuesto, es importante no dejar de lado la buena imagen pública que genera una empresa comprometida con la diversidad y la inclusión.
En pocas palabras, promover la diversidad y la inclusión en nuestra organización conlleva no solo una responsabilidad social, sino también beneficios en cuanto a la motivación de todo el personal de la empresa. Y esta motivación, junto con la buena imagen pública, deriva también en ventajas competitivas en el servicio que ofrecemos.
En primer lugar, debemos tener en cuenta que la diversidad es a la vez una realidad tanto a nivel laboral como de consumo. Es decir, que lo que construimos al interior de nuestra organización respecto a valores y respeto, debemos replicarlo afuera, porque también genera un efecto en nuestros clientes.
En cuanto a nuestro personal, es clave entender que el reconocimiento y la inclusión de su cultura, hábitos o expresión de género es indispensable para generar un sentimiento de pertenencia al lugar de trabajo.
La cultura corporativa de una compañía se enriquece con el aporte de diferentes miradas. La adaptación al cambio de paradigma, salir del pensamiento estándar, puede derivar solamente en un beneficio. Esta mirada diversa se logra con la puesta en común de distintas subjetividades y puntos de vista. Las experiencias personales de personas que se perciben diversas entre sí pueden traducirse en la creación de un ambiente de libre expresión y variar puntos de vista convencionales y pasados de moda.
Las acciones específicas que podemos llevar a cabo para generar un ambiente donde se promueva la diversidad y la inclusión son:
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A medida que la compañía crezca en diversidad e inclusión, mayores serán las chances de conseguir mejores perfiles de colaboradores que enriquezcan el espacio de trabajo y tomen decisiones con una perspectiva novedosa e innovadora. Hoy por hoy, los jóvenes profesionales tienen en cuenta si quieren pertenecer a una organización o no, de acuerdo a los valores que esta plantea.
Es clave entender que la diversidad puede generar un contraste de opiniones entre los distintos colaboradores de la empresa. Esto no debe verse como algo malo, sino como la prueba de que las inquietudes y las preguntas profundas llevan a soluciones creativas y que incluyen varias miradas. Ya conocemos el dicho: cuatro ojos ven mejor que dos. Lo mismo podemos decir de nuestras mentes trabajando en conjunto.
La inclusión de la diversidad debe hacerse en todos los niveles de la organización. Desde los líderes hasta los colaboradores. Por eso es importante aplicar esta visión desde el momento de selección de nuevo personal, por ejemplo, comunicando los valores de la empresa desde el momento que convocamos a entrevistas. Toda la organización debe verse involucrada y alineada en este paradigma, que debe valer tanto hacia adentro como hacia afuera.
Si estás interesado en este tema y quieres saber más sobre cómo intervenir en el Desarrollo Organizacional con una perspectiva de diversidad e inclusión, no dudes en contactarnos. ¡Hasta la próxima!
¡Hablemos!
