En la actualidad, las organizaciones a nivel mundial entienden que, para ser competitivas, innovadoras y para atraer al mejor talento disponible deben ser inclusivas en el más amplio sentido de la palabra. El fomentar espacios de trabajo donde todos y todas puedan desarrollarse libremente sin sesgos es fundamental para el progreso social, la competitividad económica del país y del mundo.
Distintas instituciones y empresas la presentan dentro de la misión, planeamiento y las prácticas que llevan a cabo; sin embargo, la inclusión laboral de personas con discapacidad se produce cuando estas mismas son contratadas en empresas públicas y privadas. Estas a su vez, deben generar mecanismos que permitan y faciliten el onboarding, para su desarrollo profesional.
En este mismo escenario podemos señalar que la diversidad es la contratación de personas, no haciendo distinción de características como, raza, género, religión, nacionalidad, cultura, etnia u orientación sexual. Logrando así un clima laboral diversificado y plural, que recibe ventajas: en creatividad e innovación, pluralidad en la toma de decisiones y mejoras del ambiente laboral (ya que se incentiva un clima de respeto y flexibilidad).
Según los datos del Segundo Estudio Nacional de Discapacidad que se realizó en 2015, hay más de 2.83 millones de personas con discapacidad en Chile; sin embargo, hay que tener en cuenta que según cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE), la densidad poblacional del país ha aumentado, entonces si sumamos proporcionalmente el 16,7% de los discapacitados de aquel entonces (2015), más el aumento de personas en el país [1.7 millones dando un total de 19,67], se concluye que en la actualidad hay una población de 3.28 millones con discapacidad.
En cuanto a las normativas que regulan la situación de las personas en situación de discapacidad, se encuentra la ley 20.422 que se encarga de establecer normas referentes a la igualdad de oportunidades e inclusión social. Por otra parte, se encuentra la ley 21.015 de Inclusión Laboral que estipula que las organizaciones públicas y privadas con una dotación de 100 o más trabajadores deben destinar un 1% de sus puestos de trabajo para contratar a personas en situación de discapacidad.
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También está la Ley 21.275 que entrará en vigencia en noviembre de 2022, y que obligará a las organizaciones de más de 100 trabajadores a que al menos una de las personas que trabaja en gestión de talentos/recursos humanos, esté certificada en competencias laborales sobre la materia. En el siguiente enlace de ciudad accesible, puedes encontrar todas las normas que hay sobre discapacidad universal (ratificadas por Chile).
No obstante estas normativas legales, asociaciones gremiales importantes dentro del país se están preocupando de impulsar una cultura de inclusión laboral dentro de sus áreas. En este sentido, La Cámara Chilena de la Construcción (CChC), elaboró una guía práctica de inclusión laboral en el rubro de la construcción. Además, empresas privadas y públicas han impulsado sus propias políticas de diversidad e inclusión, por ejemplo, Empresa Nacional del Petróleo (ENAP), Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), Nestle, Parque del Recuerdo, etc.
La última investigación realizada por Pride Connection, sobre diversidad de género, indica que el 74% de las empresas en Chile tiene una política de Diversidad e Inclusión, el 17% está en proceso de desarrollar una política formal, y el 9% de las empresas no la tiene. Actualmente hay 28 organizaciones en Chile que se encuentran posicionadas como los mejores lugares de trabajo para atraer a los talentos LGBTA, luego de alcanzar el máximo puntaje, en la encuesta del Programa Global de Equidad Laboral de Human Rights Campaign, (en colaboración con PrideConnection y Fundación iguales).
En esta última medición se descubrió que un 73% de las organizaciones que estaban participando cuenta con una política de protección por orientación sexual y que el 80% de estas instituciones tienen un comité de Diversidad e Inclusión. Cabe destacar además, que Chile es el primer y único país del cono sur que invita a distintas organizaciones que quieran medirse sobre estas materias.
Para entender más sobre esta temática conversamos con Carolina Yañez, psicóloga, especialista en inclusión laboral y gestión social para personas con discapacidad. Actualmente se desarrolla como coordinadora del centro de intermediación laboral de la municipalidad de La Serena, y vive esta experiencia en primera persona, ya que presenta discapacidad física y por esta razón utiliza una silla de ruedas eléctrica.
Cabe recordar que a fines de 2022 todas las empresas de más de 100 trabajadores deberán tener un encargado de inclusión laboral, por lo que el perfil y la capacitación de personas que ocuparán este cargo cada vez se torna más importante.
En su expertise nos señala que el perfil de la persona que ocupe este cargo “debe contemplar competencias técnicas enfocadas en la actualización constante de inclusión laboral, además de poseer necesariamente una recepción amplia a conocer siempre diversas realidades”. Para Carolina, la principal característica que debe tener esta persona es “la capacidad de empatía, para propiciar igualdad de oportunidades, a las personas que pertenecen a la organización”.
Yañez, también nos indica que es necesario acabar con las barreras aún existentes para ocupar estos puestos de trabajo, ya que las consecuencias de incluir personas con discapacidad en la industria, solo trae beneficios “genera un equipo de trabajo diverso, esto es crucial y estratégico para el desarrollo de nuevas perspectivas e ideas para las organizaciones”.
De hecho, su mayor expectativa respecto a esta normativa (ley 21.275), es “derribar los mitos que existen sobre la discapacidad, para que a futuro se instauren estas contrataciones dentro de un proceso normal y común en todo lugar: Ya que el empleo es un derecho humano para todas las personas”.
Si necesitas apoyo para fomentar la inclusión y diversidad en tu organización. ¡Hablemos!