Escrito por Carla García
Periodista Área de Estudios
8 Marzo, 2022
Incluir a la mujer en el mundo laboral es uno de los cambios más transformadores del siglo XX. Pese a que existe un gran cambio cultural desde aquella época hasta ahora, la participación laboral femenina sigue siendo inferior a la del hombre.
Según el último informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), “Perspectivas sociales y de empleo en el mundo – tendencias 2020”, la participación laboral de las mujeres a nivel global es de un 47%, un 27% menos que la tasa de participación masculina que es de 74%.
A pesar de que queda aún queda mucho por avanzar, el panorama actual no es tan oscuro. Distintos estudios e informes de los últimos años han mostrado que la proporción de mujeres en alta dirección ha ido en aumento:
En el Índice global de Brecha de Genero 2021, Chile ocupó el puesto número 57 de 153 países, este informe sirve para concientizar a nivel global sobre los desafíos que existen respecto a la brecha de género.
La equidad de género sigue siendo una situación en la que se debe seguir avanzando y las cifras lo confirman:
Conversamos con Olga Pizarro Stiepović, académica con amplia experiencia en investigación y relatoría en temas de “mujeres en el mercado laboral.
“Hace más de 20 años que estoy trabajando en el tema de <<mujeres en el mercado laboral>>, efectivamente nos encontramos con que los cargos directivos no estaban ocupados por mujeres y había una distancia enorme, podíamos encontrar algunas mujeres directivas en el área de la educación escolar y en el área de la salud, pero muy pocas de ellas en cargos de primera línea. Esto efectivamente ha ido evolucionando, pero de manera muy lenta”.
A nivel de directorio la incidencia femenina se reduce aún más llegando a alcanzar solo un 10,6% versus un 89,4% en hombres. Con esto no cabe duda de que la brecha salarial y la participación femenina de forma transversal -en todo tipo de cargos, incluyendo a los de liderazgo- debe seguir progresando.
La profesora de IndianaTech en USA señala: “No basta con llegar a cargos directivos, sino que llegar en igualdad de condiciones, vemos que en las universidades más del 50% son mujeres en este país, lo que significaría que a igual preparación debiera existir igual remuneración”.
Se debe comprender que el liderazgo femenino es la plena participación de la mujer al interior de cualquier tipo de organización; ejerciendo por supuesto liderazgo, tomando cargos directivos y de decisión, gestionando todo tipo de equipos llevando a cabo cualquier tipo de táctica o metodología para la prosecución de los objetivos planteados.
Frente a esto Olga es clara, “Los liderazgos femeninos, cumplen la misma función y se reconocen como iguales a los liderazgos masculinos. Lo fundamental es llegar a un mismo nivel de oportunidades en las organizaciones, donde la elección por sexo no sea una barrera”.
Claramente la participación de ambos géneros es importante en toda organización y en ambos casos es necesario poseer ciertas características; en ningún caso estas cualidades podrían depender del género. La fortaleza, habilidades blandas, capacitaciones, grados académicos, experiencia, capacidad de trabajo productivo/saludable y un sinfín de características son las que hacen a una persona apta o no para este tipo de cargo.
Las empresas que tienen participación femenina en sus cargos directivos suelen tener mejores rendimientos y esto no es coincidencia. En el reporte de The Wall Street Journal, esto se explica porque la incorporación de una mujer agrega diversidad a los equipos directivos y como sabemos este es un factor clave, y tendencia hoy en día.
Además, la presencia femenina agregará una visión distinta en la posible toma de decisiones, al analizar los puntos de vista de otra manera agregando variables. Adicionalmente brindan lo más importante que es una diferencia estructural y cultural que impulsa soluciones efectivas. Entender que una cultura inclusiva es parte importante de lo que están haciendo las más grandes organizaciones hoy en día, es esencial para no quedarse en el pasado.
Comprender que la paridad de género es altamente necesaria para el desarrollo y avance de la sociedad, es fundamental para seguir evolucionando junto al mundo. “Cada vez son requeridas algunas habilidades, mal llamadas blandas en las empresas de hoy día, habilidades tales como comunicación, trabajo en equipo, confianza, delegación, integridad y pensamiento sistémico”.
“Algunas de estas habilidades son reconocidas en el liderazgo femenino, aun cuando la confianza y delegación, no es tan común entre las jefaturas femeninas, aquellas que logran superar esa barrera, logran liderar”.
Estudios como el de McKinsey&Company, no hacen más que respaldar que efectivamente las empresas con mayor diversidad de género, no solo en su fuerza de trabajo sino que también respecto a liderazgo, son significativamente más rentables que aquellas que no la tienen.
En nuestra conversación con Olga, el tema es claro:
“El desafío es dejar de lado los prejuicios y sesgos de las organizaciones”.
“No es posible que en pleno 2022, sigan existiendo empresas masculinizadas, donde las mujeres no jueguen roles equivalentes”.
En Digital Learning nos sentimos orgullosos de contar que estamos contribuyendo a reducir las brechas de genero del país.
En Digital Learning nos sentimos orgullosos de contar que estamos contribuyendo a reducir las brechas de genero del país. En DL el 42% de los cargos gerenciales están ocupados por mujeres, y el 56% de la dotación total de colaboradores está compuesta por presencia femenina.
