Escrito por Carla García
Periodista Área de Estudios
22 Julio, 2022
Si te digo “academia corporativa” podrías llegar a visualizar en tu memoria aburridas y tediosas reuniones de capacitación, es más puede que ni siquiera conozcas a ciencia cierta qué significa este término con exactitud, primero que nada, debemos entender, que la necesidad de programas de formación más específicos existen porque el aprendizaje tiene relación directa con el desarrollo y la estrategia de la organización.
Nacidas en los años 80, con el propósito de ajustar los procesos de formación con la visión, misión y estrategia corporativa; una academia corporativa se define como una entidad o plataforma educativa diseñada para llevar a la organización a alcanzar sus objetivos a través de la ejecución de actividades de formación que mejoren el conocimiento, las aptitudes y la destreza de los miembros del equipo.
Mejorar y renovar las habilidades y conocimientos de los trabajadores no solo son prioridad para los encargados de aprendizaje y desarrollo. A nivel mundial cada día se hacen más esfuerzos para que la fuerza laboral adquiera nuevos lineamientos organizacionales orientados a una cultura de comunicación, diversidad e inclusión, liderazgo, etc. Lo que provoca que se requiera cada vez más, modalidades de aprender que sean flexibles e inmersivas.
Tras la irrupción de los acontecimientos del año 2020 si algo quedó claro es que todo puede cambiar de un momento a otro, por ende, una idea o plan que hoy es correcto mañana puede no estarlo. Entonces… ¿cómo pueden las organizaciones desarrollar su capital humano como un recurso dinámico y renovable?
En el informe de LinkedIn “2022 Workplace Learning Report”, publicado a finales de marzo de este año, 72% de los expertos en desarrollo coincide en que ahora su función tiene mucho más peso dentro de la empresa. Mientras que un 62% indica que su labor se centrará en reconstruir o Re imaginar la empresa en 2022. A esto se suma que un 74% señala que desempeña más funciones (de las que le corresponde) en su puesto de trabajo. El punto de convergencia se encuentra en que una mejor formación impulsará una mejor cultura para su organización, y las empresas ya lo han entendido así, de hecho, esta función es tan relevante que a nivel mundial aumentó en un 94% la demanda de estos expertos (en formación).
Cabe señalar, que muchas organizaciones requieren plataformas de aprendizaje dinámicas y escalables que estén repletas de características sociales y colaborativas que apunten a impulsar habilidades de desarrollo
profesional de forma duradera. A diferencia de una capacitación aislada las academias corporativas fusionan
ciertos aspectos y recursos que potencian el desarrollo profesional continuo, ya que están elaboradas de la forma tal que la fuerza laboral actual moderna aprende y sobre todo combina habilidades de trabajo (en forma remota, presencial o híbrida).
Un modelo a seguir: todo el mundo ha ido a la escuela, ha aprendido a estar en grupo, a interiorizar normas y modelos de aprendizaje que nos han ayudado a aprender para el resto de nuestras vidas. De la escuela aterrizamos luego en el mundo universitario, renovando nuestro compromiso con el aprendizaje, desafiando los modelos y conceptos de pensamiento convencionales. El nombre de academia corporativa es una invitación al aprendizaje continuo que, en consecuencia, determina el desarrollo individual.
Oportunidad única para la marca: probablemente una de las ventajas más importantes que puede ofrecer una academia corporativa radica en su potencial su identidad. Una oportunidad para desarrollar una marca, patrocinar un logo, sitio, maestría o programas de certificación. El concepto de marca que se transmite a
través de la academia corporativa no se queda solo en los trabajadores que se benefician de la actividad formativa, sino que va más allá, extendiéndose a socios del proyecto, proveedores, universidades, etc.
Involucra a los ejecutivos: los ejecutivos son la dirección de una academia corporativa. En efecto, son ellos quienes indican las necesidades a las que debe responder y los cambios que debe desencadenar. Los líderes empresariales deben identificar las necesidades principales de una organización y luego ofrecer las herramientas y el conocimiento necesarios para desencadenar una ventaja competitiva. A la hora de crear academia corporativa, el foco está precisamente en la formación y constituye un desafío para los líderes, quienes están llamados a reflexionar sobre cómo el aprendizaje puede afectar a sus organizaciones.
Disminución de la rotación: asegurar el desarrollo de las personas, sus habilidades y conocimientos, las incentiva a permanecer en la empresa por mucho tiempo. La academia corporativa representa el medio a través del cual es posible crear caminos de desarrollo individual.
¡Hablemos!
