Escrito por Carla García
Periodista Área de Estudios
11 Agosto, 2022
Sabemos que los acontecimientos del año 2020 provocaron una crisis de salud mental que nunca antes se había visto. Si a esto sumamos los factores estresantes de la vida cotidiana y todo lo que la sociedad experimentó con el brote de covid-19, el aislamiento social, la nueva normalidad del trabajo remoto, la incertidumbre que trajeron los problemas económicos, la inflación a nivel mundial e incluso la proximidad con la que se han dado y se darán importantes sufragios: se hace imperativo hablar de salud mental y cómo esta se relaciona con nuestra vida en el trabajo.
Para comenzar debemos decir que la Organización Mundial de la Salud (OMS) define salud mental como: “Un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”.
Antes de seguir debemos señalar que es la misma OMS quien señala que la salud mental no es solo la ausencia de enfermedades, sino que también, es un estado de bienestar que abarca aspectos físicos, mentales y sociales. Según la Ipsos, el 56% para nadie es un misterio que gran parte de la población, pasa a lo menos una tercera parte de su vida en el trabajo.
Teniendo en cuenta esto, es inevitable que esta situación de alguna u otra manera de las personas en Chile declaró que su salud mental se deterioró desde el inicio de la pandemia, siendo el segundo país en todo el mundo donde más se agravó esta situación. Esta es una de las razones del porqué es tan urgente hablar de este tema tanto a nivel país como organizacional.
Para nadie es un misterio que gran parte de la población, actualmente pasa a lo menos una tercera parte de su vida en el trabajo. Teniendo en cuenta esto, es inevitable que esta situación de alguna u otra manera no moldee los hábitos saludables de una persona. Si se ve desde esta perspectiva, entonces las organizaciones si tienen un rol significativo al momento de querer colaborar con los hábitos de salud tanto mental como física en sus organizaciones.
Por ejemplo, la cultura podría ser una buena forma de promover hábitos más saludables. Alrededor del mundo también se están buscando cada vez más formas de promover una mejor salud mental en los trabajos, estableciendo culturas que valoran las necesidades de salud mental y que brindan apoyo.
Desarrollar una cultura de salud mental positiva en el lugar de trabajo es uno de los pasos más importantes (y de mayor impacto) que puede tomar una empresa, no solo para su gente, sino también para el éxito del negocio.
Durante mucho tiempo, hablar de salud mental fue un tema tabú, y todavía puede serlo para algunas personas. Hable sobre el manejo del estrés, el cuidado personal y la salud mental en correos electrónicos, reuniones, etc.
Discuta y mencione abiertamente los problemas relacionados con la salud mental en el lugar de trabajo, como el estrés, la depresión y la ansiedad, y deje en claro que todos luchan por mantenerse mentalmente saludables a veces. Capacite a sus líderes sobre cómo detectar los signos de problemas de salud mental y anímelos a hablar con su equipo. A veces, una conversación afectuosa puede impulsar a que las personas busquen ayuda.
Sin un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida, es probable que la productividad disminuya y los trabajadores eventualmente se agoten. Insista en que las personas tomen descansos regulares cuando puedan. Anímelos a desarrollar una vida rica y plena fuera del trabajo y a pasar tiempo con sus seres queridos, ya que esto los mantendrá más activos.
Haga una prioridad ayudar a los trabajadores a desarrollar buenos hábitos de salud mental en el lugar de trabajo. El ejercicio, la alimentación saludable y la participación en actividades de ocio son algunas formas sencillas de fortalecer la mente y mejorar la salud mental. Intente fomentar estas actividades.
Muchos no dudan en pedir tiempo libre para una cita con el dentista, por ejemplo, pero muchos son tímidos cuando se trata de discutir y abordar sus necesidades de salud mental. Deje en claro que apoya los esfuerzos para cuidar sus mentes tanto como sus cuerpos. Permita un horario de trabajo flexible para que asistan a terapia u ofrezca al personal un día de salud mental cuando sea necesario.
¡Hablemos!
